Todos sabemos hablar en público. Por supuesto, lo hacemos de forma natural, excepto cuando existe algún impedimento físico. Hablar en público no se circunscribe únicamente al momento en el que alguien pronuncia un discurso o realiza una intervención en un foro público como el Congreso, el Senado o el Parlament de Catalunya. Incluso cuando nos comunicamos con algún familiar o mantenemos un determinado punto de vista durante una reunión de trabajo o en un encuentro con amigos llevamos a cabo ese proceso.
Retórica
El principal inconveniente es que en general nos cuesta comunicar adecuadamente. Hablar en público, la retórica, la técnica del arte de hablar encaminada a persuadir a nuestro interlocutor, se ha perdido. Resulta normal, hasta cierto punto. Aparentemente, no parece necesario. El arte de hablar en público se desarrolló y se perfeccionó en la Grecia Antigua, unos 400 años antes de Cristo, de la mano de Aristóteles. En su sociedad se mantenía y prevalecía un sistema político, judicial y representativo eminentemente oral. Es decir, todo ciudadano libre debía defender sus ideas en diferentes ámbitos con la palabra. El dominio de la retórica, de la oratoria, se transformaba en una necesidad prácticamente vital.
La retórica es el arte de persuadir a nuestro interlocutor. La oratoria es el arte de comunicar con elocuencia. La elocuencia supone escribir o hablar para emocionar, persuadir o convencer.
Actualmente, la retórica ha desaparecido de los planes de estudio, aunque regresa con fuerza al ámbito universitario. Y en algunos países anglosajones, como por ejemplo Estados Unidos, forma parte integral de su educación.
Una buena manera de empezar a preocuparse por la recuperación de este arte se centra en la lectura. Evidentemente no es automático, pero leer permite tener un control más amplio de las palabras y un vocabulario más variado y rico. Y eso, en un momento determinado, nos permite recurrir a un sinónimo cuando hablando en público nos quedamos trabados o nos colapsamos porque no encontramos la palabra que teníamos prevista.
Otro modo de encontrar una solución puede ser asistir a un curso o a un taller para aprender técnicas para hablar en público. En este sentido, los próximos 27 y 28 de abril imparto un taller sobre esta materia en la sede de El País, en la calle Miguel Yuste, 40, en la Escuela de Periodismo de este rotativo.