Mr Bean y la Comunicación de Crisis

¿Qué hacer para no actuar como Mr. Bean en una crisis?

Sólo existen dos tipos de organizaciones: las que ya han pasado por una crisis y las que lo harán en algún momento a lo largo de su existencia. Bajo esa premisa, aprender a gestionar la comunicación de crisis en mitad de una emergencia es tan excitante como hacerse el harakiri o seppuku con una katana de bambú. Resulta doloroso, ineficaz y puede alargar la muerte de cualquier organización más allá de lo estrictamente necesario. En el mejor de los casos, con la ayuda de un especialista se llega a parar la hemorragia, pero las secuelas prevalecerán.

Por todo ello, hay que prepararse a fondo. De este modo, se evita que la comunicación falle cuando más se la necesita. Hay que aprender a actuar adecuadamente sin recurrir a la autodestrucción. En ese ámbito, el factor humano deviene un elemento decisivo. Un buen gestor, un buen líder tiene que saber qué hacer: debe anticiparse, debe escuchar y, por encima de todo, debe actuar con eficacia.

En la falta de preparación radica uno de los problemas principales. Está claro que a nadie se le ocurriría cometer la salvajada de clavarse una katana de bambú, pero ilustra perfectamente la relación que muchas organizaciones han tenido o, peor, tienen todavía con la gestión de la comunicación de crisis. Es una materia a la que no se la da demasiada importancia porque, desgraciadamente, existe la creencia generalizada de que las crisis no ocurren casi nunca y, entonces, cuando se dan, se producen las hemorragias más mortíferas.

También se da otro supuesto. Se considera que un buen líder en tiempos de paz es también un excelente estratega en tiempos de guerra, en una emergencia, en una crisis. No siempre es así y lo he comprobado a lo largo de mis veintiocho años de trayectoria en el ámbito de la comunicación (como reportero, como responsable de las relaciones con los medios en puestos directivos para diferentes organizaciones y actualmente como consultor y asesor independiente, así como director asociado de comunicación de crisis para Kenyon International Emergency Services ). He visto cómo excelentes directivas y directivos que gestionaban y se comportaban de manera brillante y eficaz en los momentos de calma, se convertían en su antítesis, en Mr. Bean,  en el epicentro de una crisis.

Y es que, en ocasiones, por mucho que uno crea que sabe qué hacer, no lo sabe. Nadie es perfecto, nadie es bueno en todo. Hay que conocer las propias limitaciones e intentar ponerle remedio. Por eso, en el ámbito de la comunicación de crisis, lo mejor es ponerse en manos de un asesor experto. En Montaña Comunicación sabemos cómo gestionar la comunicación de crisis desde hace 28 años. Disponemos de soluciones adaptadas para cada organización.

También ofrecemos formación. En este caso, los días 17 y 18 de noviembre imparto, en colaboración con la Escuela de Periodismo de El País, el webinar Comunicación de Crisis.

Para saber más sobre nuestros servicios puede ponerse en contacto con nosotros.

 

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